Naturaleza Humana, ¿Existe en realidad?

lunes, 24 de agosto de 2009


El concepto de Naturaleza humana, si el hombre es bueno por naturaleza, si es malo, si es egoísta, han sido siempre, y seguirán siendo, un concepto clave para cualquier teórico que pretenda explicar un mundo nuevo, o una sociedad en la que al parecer no podemos hacer nada para “repararla”.

Durante muchos años se ha generado una gran controversia sobre si el hombre puede venir con conocimientos adquiridos o con nociones de lo que es bueno o malo, si es que comparte o no, etc. Podríamos pasar un día completo hablando de aquello. A mi modo de ver las cosas creo que determinar la conducta humana a decir bueno o malo es simplificar las cosas, no creo que las conductas sean predeterminadas por algo superior o un determinismo que nos diga como actuar sin una decisión propia.

La tónica del positivismo es algo muy antiguo, incluso anterior al Emile Durkheim, ya que este solo utiliza el termino acuñado por el filosofo Comte, bien como sabemos si este tipo de tesis fuera verdadera, podríamos decir que la gente viene con una predestinación, podríamos determinar sus formas de actuar, no creeríamos en las segundas oportunidades para los humanos. Vale decir, las conductas humanas estarían asociadas a lo que esta anteriormente dicho y no podríamos luchar contra lo que somos, en consecuencia, todo acto que realicemos en nuestras vidas será obra de nuestra naturaleza y no de nuestras propias decisiones.

Claramente no es lo que pienso acerca del desarrollo humano, no niego que el hombre venga con la capacidad del bien o del mal, sabiendo lo amplia y subjetivos que son estos términos, pero que esto se desarrolla por el entorno, la sociedad y la comunidad con las normas que creamos sin darnos cuenta, con lo que comprendemos por bien y mal, con lo que creemos correcto o no, vamos creando normas que poco a poco van determinando el comportamiento y nuestra forma de ver el mundo. Por eso vemos diferentes patrones de conducta, el entorno que crea la sociedad en la cual vivimos es diferente, existen muchos muros que no permiten que el desarrollo de nosotros como humanos sea el que queremos, claramente esto varía mucho según la visión que tenga cada uno acerca de lo que es bueno o malo o los diferentes tipos de virtudes y defectos que trae consigo el ser humano.

Por otro lado los factores que determinan ciertos patrones de conducta son la cultura, lamentablemente en el mundo en el que vivimos se cree que al televisión es la cultura que hay que seguir, por esta razón vemos un incremente en la violencia, poca tolerancia entre las personas, muy poca solidaridad y muy poco amor verdadero, es decir, la vida que nosotros estamos viviendo esta siendo normada por patrones de conducta que no son los que nos sirven para ayudarnos a nosotros y a los demás integrantes de la sociedad. La cultura esta completamente manipulada y esto se refleja en nuestras vidas y nuestra forma de vivir, nos preocupamos por cosas muy banales, no vemos la verdad aunque estuviera frente a nosotros. En gran parte es culpa de los medios de comunicación de masas, pero también es trabajo nuestro ver lo que se nos dice y cuestionarnos un poco sobre lo que nos pasa.

En conclusión, no puedo asegurarte que exista o no la denominada naturaleza humana, pero lo que puedo decirte es lo que yo creo. Primero para mí no hay una naturaleza humana, si no un patron de conducta establecido por la sociedad, por la cultura y la tradición que hemos creado como sociedad, entiendo lo bueno y lo malo que es en sí, ya que la diversidad que hay en este mundo es tan grande y compleja. Pero todos tenemos algo en común y es que aprendemos de nuestras experiencias y de nuestras vivencias, vale decir, no es importante si existe una naturaleza humana, sino que es importante como te comportas tu para legar lo que es el bien y la solidaridad para el resto de los seres que convivimos en el mismo mundo, compartimos que el futuro depende de nosotros, que si no hacemos algo ahora podremos perder la batalla y creer que lo bueno es lo que dicen sin cuestionarnos de verdad.


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